martes, 26 de mayo de 2015

Friday Blues y otras historias




Este viernes, celebramos el triunfo de nuestro abogado, Pedro Santisteve, como número 1 de Zaragoza en Común y futuro alcalde de la Noble e Inmortal Ciudad de Zaragoza, con la actuación de David Rivallo, blues estepario de Carabanchel trasvasado a los Monegros. Sólo para socios e invitados (si alguien que no sea socio quiere acudir, que llame o mande mensaje previamente al 601 312 396 para poder acudir como invitado). Nuestras actuaciones son muy "simpas". "Simpagar" entrada, "simpagar" plus por las bebidas, "simpagar" a los músicos (en metálico), "simpagar" al técnico (em) ...

Tras la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona del pasado 5 de mayo, en la que se reconoce la utilidad social de los clubs de consumidores de cannabis (fecha en la que se cumplían diez años desde que la CHA presentó en las Cortes de Aragón una proposición no de ley redactada en la SECA para la distribución de marihuana entre los pacientes residentes en Aragón que pudieran necesitarla), puede ser un buen momento para que políticos, periodistas y activistas de otras asociaciones se acerquen a nuestro local a conocernos.

Casualmente, el 7 de junio, antes de que Pedro Santisteve pueda comenzar a dirigir un nuevo Concejo, finiquita el ultimátum que nos dio la Jefa del Servicio de Licencias Urbanísticas del Excelentísimo Ayuntamiento de Zaragoza, María Jesús Toquero, para darnos una licencia como oficina, previo derribo de la barra de bar y retirada del equipo de sonido. En un gesto de una arbitrariedad incalificable, una funcionaria del Ayuntamiento de Zaragoza se arrogó el derecho de negarle a una asociación de ciudadanos legalmente constituida el derecho a disponer de un local social para el intercambio de información y la defensa de sus derechos.

Falta poco para que nuestro presidente concluya los tres años de libertad condicional que le fueron concedidos tras la condena a dos años de cárcel que le fue impuesta por la Audiencia Provincial de Zaragoza por atentado contra la salud pública, en un auto en el que el ponente, el magistrado Alfonso Ballestín, afirmaba que un local de 40 metros cuadrados no permite que los ciudadanos permanezcan en él consumiendo cannabis por sus reducidas dimensiones y que la jurisprudencia del Tribunal Supremo hace referencia a consumos festivos puntuales y no a consumos continuados en el marco de una asociación, anulando así la previa sentencia exculpatoria del Juzgado de lo Penal, y sin posibilidad de recurso ante instancia judicial alguna salvo el Tribunal Constitucional, impidiendo el acceso al Tribunal Supremo que debería dirimir tal diferencia de criterio entre Tribunal de lo Penal y Audiencia Provincial y evitando así la posibilidad de establecimiento de jurisprudencia en relación con el consumo de cannabis y su distribución en asociaciones de ciudadanos defensoras de los derechos de los consumidores. de cannabis.

La SECA fue la primera asociación que fue exculpada del presunto delito de tráfico de drogas por distribución de cannabis entre sus socios en dosis de consumo inmediato, en virtud del estudio Soto-Muñoz del Instituto de Criminología Andaluz, dirigido por el profesor cincovillés José Luis Díez-Ripollés desde la cátedra de Derecho Penal de la Universidad de Málaga a instancias de la Junta de Andalucía y publicado en el nº 7 de la Revista de Criminología de la UNED en junio del 2001. La FAC mezclaba la tesis Soto-Muñoz con los precedentes judiciales de absolución de cultivos organizados por asociaciones cannábicas para concluir que la única manera de distribuir cannabis en un club era partiendo de cultivos financiados por las correspondientes asociaciones, cuestión que el estudio Soto-Muñoz afirmaba era irrelevante. A pesar de la absolución dictada por el Juzgado de lo penal de diciembre del 2009, la SECA fue expulsada de la FAC mientras los clubs cannábicos crecían como setas, especialmente en Cataluña. Así que algunos componentes de la movida cannábica se rebelaron contra el movimiento cannábico de la FAC que pretendía imponer un modelo único de Clubs de Consumidores de Cannabis y montaron otros grupos, como la PAUC o Regulación Responsable, que pretenden incorporar la diversidad de planteamientos que generan las diferentes realidades sociopolíticas de la geografía española.

A pesar de todo lo demostrado en los tribunales, el Ayuntamiento de Zaragoza se empeña en negarnos el derecho de asociación y pretende que los locales sociales de las asociaciones cannábicas zaragozanas se transformen en oficinas. Es, casi, como si uno pide una licencia de bar y le dicen que se monte una gestoría. Una oficina es un lugar abierto al público por una empresa donde hay gente contratada y, por tanto, en cumplimiento de la Ley Anti-tabaco vigente, no se puede fumar. Una asociación cannábica (la SECA, al menos) es un sitio cerrado al público donde no hay gente contratada y, por consiguiente, se puede fumar (mientras la Asamblea de Socios no diga lo contrario. Que, en este caso, obviamente no lo dirá).

Así que confiamos en que no haya problemas en próximas fechas. Si los hubiere, igual se liare parda.